A VER SI NO VAMOS A NECESITAR
SEGUNDA PUERTA…
Después de los primeros días de conversaciones, elecciones de representantes y primeros posicionamientos, ya vemos por donde discurren los problemas: que si entro del derecho, que si entro del revés o alternando el sentido según convenga. Y después que si la Carrera Oficial empieza aquí o allá, que si yo por esta calle no voy, que si no cambio mis horarios y el orden que tengo, que si… bueno, con algunas honrosas excepciones. ¡Ah, y que si lo dejamos para el año próximo! Eso también esta encima de la mesa.
Después de los primeros días de conversaciones, elecciones de representantes y primeros posicionamientos, ya vemos por donde discurren los problemas: que si entro del derecho, que si entro del revés o alternando el sentido según convenga. Y después que si la Carrera Oficial empieza aquí o allá, que si yo por esta calle no voy, que si no cambio mis horarios y el orden que tengo, que si… bueno, con algunas honrosas excepciones. ¡Ah, y que si lo dejamos para el año próximo! Eso también esta encima de la mesa.
Voluntad hay, parece, en todos y
aún más por parte de la Agrupación según demuestra con los pasos dados. Pero
existe la posibilidad de que finalmente no haya unanimidad y todo se vaya al
traste. Y en todo esto que inunda debates, llena páginas de medios de
comunicación y suscita mil y un artículos en Internet, resulta que el principal
escollo, como ya decíamos, está en si se entra por el Perdón y se sale por
Santa Catalina o si se hace al revés o si los recorridos parciales van por un
sitio o por otro. Pero entonces, ¿qué pinta en esto la segunda puerta para
entrar al interior de las naves catedralicias? Nada por lo que se ve. Es decir,
que si ya tuviéramos segunda puerta, tampoco habría garantizado un traslado
porque en nada influye respecto a los tapones que parece que pueden darse o en
los recorridos parciales u orden de las cofradías.
Así que podríamos concluir que si,
por un casual, no se llega a un acuerdo de traslado, los cofrades,
instituciones y técnicos podrían ahorrarse esfuerzos en la consecución de una
segunda puerta. También podríamos concluir que el tema de la puerta habría sido
una excusa que se ha puesto, cuando en realidad no existe ninguna voluntad de
cambiar nada. Y para el futuro aún sería más difícil el acuerdo ya que a los 37
interlocutores cofrades con intereses muy particulares habría que sumar la
avalancha de nuevas cofradías que se viene encima, y que también tendrán sus
legítimos intereses particulares y que sumaran aún más problemas de
entaponamientos y demás. Porque si cambiar de orden en una misma jornada es
complicado, lo de cambiar de día, aumentar la nómina en el Viernes Santo
Madrugada o crear un Sábado Santo ya ni hablamos.
En fin, esperemos que este
hipotético y desalentador desacuerdo no se produzca y reine el consenso y la
voluntad real de dar mayor sentido a nuestra Semana Santa. Ojalá pasemos página
de la “carretera oficial”.
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